El encanto de este lugar va mucho más allá de lo hermoso de su diseño, lo cómodo y agradable de su ambiente y su privilegiada locación, en una de las principales calles de Polanco. Cada detalle de La Docena es meticuloso, y desde su impecable servicio, su deliciosa selección de alimentos hasta su estupenda mixología lista para maridar cualquier platillo.
La experiencia en este restaurante fue completamente agradable. Todo se acomoda para que el
rato que pases ahí sea completamente satisfactorio. No es por nada que es considerado uno de los mejores de México, así como internacionalmente.
Esa noche nos recibieron con unos magníficos tragos, cocteles balanceados, frescos y creativos, preparados con mezcal, gin o el destilado de tu preferencia, y una combinación de aromas y
sabores que despiertan y estimulan nuestras papilas gustativas, preparándolas para lo que están a punto de experimentar.
Y así comenzamos el festín, con unas de las, sino las mejores, tostadas de atún aleta azul que he comido en mi vida. El macerado del atún, el acompañamiento y la crujiente pero delicada tostada son increíbles. En verdad que no puedes creerlo.
Después nos trajeron un ceviche estupendo y, por supuesto, un King Crab a las brasas
acompañado de mantequilla clarificada, suculento y perfecto. Y esto es siempre un lujo, pero estas delicias, cocinada perfectamente, desprendían esa sensación de privilegio.
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Como platos fuertes nos trajeron un Robalo de Cultivo fabuloso y una Lonja de Pescado
Zarandeada, con aguacate, alioli lactal y vegetales, perfecta en cocción y textura. Estos platillos, frescos y deliciosos, nos llevan a fantasear a la costa, como si estuvieran recién pescados. Y es que todo el La Docena tiene el más alto control de calidad, enfatizando en la frescura de sus productos.
De postre nos derritieron con su tradicional Volcán de Dulce de Leche, calientito y suave, con la
cantidad justa de azúcar y texturas que hacen de este un manjar muy especial. Cada bocado se derretía en el paladar, inundando la boca de dulce suavidad sin empalagar.
Así terminaba nuestra experiencia culinaria en este hermoso restaurante, que se desvive por hacer que el tiempo que pasan ahí sus clientes sea de calidad e inolvidable. Este restaurante es, sin alguna duda, una de las mejores ofertas gastronómicas de la zona.
