Dentro de un edificio porfiriano, tradicional en la colonia Roma Norte, existe un refugio místico, un albergue de interiores que se develan en cada uno de los seres que ocupan de un momento de introspección, pero de una manera abierta y dispuesta. El ambiente, aunque intencionalmente es de tenue luz ámbar, no pretende disimular la luz de ninguno de quienes lo visiten. El Mundo, arcano del Tarot que representa el gozo, se vuelve por instantes en una extensión de tu esencia, una interpretación de tu búsqueda y un hallazgo afortunado que invita a explotar ese sentimiento, a vivir, a través del paladar, ese momento de disfrute, de placer, dionisiaco. Esta es la propuesta de la chef Rebecca Noel, mexicana que ha desarrollado por años su cocina en E.U. y hoy nos brinda una finísima experiencia gastronómica en la Ciudad de México.
Al llegar a este especial y acogedor espacio, todo su personal da la bienvenida sonriendo, e invitan a iniciar con su propuesta sello de la casa, el que tu mano determine a través del Tarot, la bebida que guiará el principio de un camino de disfrute a través de los sentidos. La carta de coctelería, diseñada meticulosamente por Jafet López Pérez, talentosa mixóloga en ascenso, está inspirada en los arcanos del Tarot, por lo que se ofrece la posibilidad de permitir que tu destino se manifieste por sí solo, y aceptes la bebida de la carta que tu develaste.
Engrandeciendo un ambiente que pretende homenajear la estética, con elementos que recuerdan arte y mitología, como la escultura de concha que dentro de la estructura original del espacio existía y que nos remite al Nacimiento de Venus, de Sandro Boticelli, entendiendo la pieza llena de belleza y transparente despertar, El Mundo es un espacio para adultos que buscan un nuevo sitio que cumpla con las expectativas de manera integral, con todo jugando a su favor. En El Mundo todo juega para ser un santuario para una clientela selectiva, independiente y con gustos exigentes.
Con una carta completa y precisa, cada momento en el mundo tiene una razón de ser. Las entradas están diseñadas para compartirlas y así poder explotar diferentes sabores entre quienes se acompañan a la mesa. Desde la frescura de una Tártara de Sandía perfectamente marinada, un plato de perfecto Baba Ghanoush, sus extraordinarias Pellizcadas Oaxaqueñas, o la estrella de la carta, a mi parecer, el Panisse de Polenta, todos llegan a jugar protagónicos ante un inocente comensal que no espera los magníficos tonos mediterráneos que se hacen presentes de manera magistral en una cocina libre de crueldad animal.
Aunque la idea de El Mundo no es aleccionar a nadie sobre el veganismo, y ni siquiera es un postulado, la realidad es que es una carta libre de cualquier producto animal que prueba de manera fehaciente que para tener una experiencia gourmet completa y fuera de serie no es indispensable incluir un ser que vivió cruelmente para ser explotado, además de también mostrar que la comida vegana no es dietética ni insípida. Y este tipo de propuestas son hoy una necesidad humana.
Los platos fuertes son también un espectáculo tanto visual como sensorial. Con influencias de la gastronomía mundial, con elementos clave de diferentes orígenes, El Mundo hace honor a su nombre recorriendo con delicadeza puntos clave de la oferta culinaria internacional, ofreciendo opciones veganas de platos emblemáticos. Ya sea el Sandwich de Hongo Ostra Azul, El Bok Choy con Tofu Dorado o la Cacerola Tailandesa de Crema de Coco, por mencionar algunos, cada una de las opciones son una grata sorpresa. En mi caso, que soy carnívora, la propuesta me pareció excelente, placentera y me satisfizo en todos los niveles.
Los postres son también una parte importante de la experiencia, así como los digestivos con los que te sugieren maridarlos. Si no los pruebas, la misión no está completa.
Si eres una persona que gusta de encontrar nichos perfectos, este es uno que no dejará de sorprenderte.
El Mundo
Monterrey 189, Roma Norte
www.elmundorestaurante.com