Desde septiembre del año pasado vivo en la San José Insurgentes. Como muchos necios de mi generación, dediqué años enteros a la dura empresa de hacerme de un hogar dentro de los límites de la delegación Cuauhtémoc, romantizando (como hicieron Gutiérrez Nájera, José Emilio Pacheco, Luis Zapata, Roberto Bolaño, Vicente Leñero y ¿por qué no? Alfonso Cuarón) la Roma, la Condesa, la Juárez, la San Rafael, la Santa María, el Centro y etcétera. Me doy cuenta ahora con nostalgia que esa utopía, mitad pueril, mitad idiota, no es (¿fue?) exclusivamente mía, sino que la comparto con cientos de ansiosos jóvenes que están dispuestos a pagar el triple por un lugar cerca de lo que fue La Panadería y saludar de beso a los bartenders del Cicatriz. Es a estos jóvenes a quienes les hablo hoy, con la intención de responder una pregunta en específico, y es que seamos sinceros: absorto en un privilegiado centralismo, ¿por qué atravesarías el Viaducto para comer carnitas teniendo tan cerca El Parnita?   

Muchos dirían que la respuesta a esta pregunta es que no tiene caso. Si vives en la Delegación Cuauhtémoc no sólo tienes a la mano Los Panchos o el Salón Ríos para comer carnitas (en su versión refinadamente deliciosa, ¿verdad? O sea, con aguacate), sino que hay para esto cientos de lugares. A esas personas hoy les digo que existe un lugar que cuyo nombre ignoran o porque no lo conocen o porque es difícil de recordar, en la lejana San José Insurgentes, por el cual vale la pena tomar el Metrobus o pedir un Uber, aventurarse a cruzar el Viaducto y comer un plato de las mejores carnitas que la Ciudad de México puede ofrecer. Este lugar es las Carnitas Pe Bra, ubicado en Sagredo y Mateo Herrera.

Lo primero que llama la atención del Pe Bra, sobre todo si uno se anima a ir en fin de semana, es la cantidad de personas aglomeradas afuera del local, esperando su plato de pancita o de maciza y surtidita. Mientras más nos aproximamos, vamos notando el aroma, que entre más va impregnando nuestros sentidos más nos seduce y va guiando nuestros pies hacia el interior del local.

En el libro El Maravilloso Mago de Oz, de L. Frank Baum, y en la aclamada película de Hollywood, The Wizard of Oz (sí, la de Judy Garland), aparece Ciudad Esmeralda, que como su nombre indica, es una Ciudad hecha de esmeraldas. Entrar al Pre Bra es como entrar a esta imposible ciudad, no solamente por el color del linóleo del suelo, sino porque también hay un mago, que en este caso no está concediendo deseos absurdos, sino practicando la antigua y mágica alquimia de la elaboración de las carnitas al estilo Michoacán.

Ya sea que uno pida birria, pancita, o tacos de maciza o surtidita, el efecto de placer, bienestar y felicidad es el mismo. El esmero del cocinero (¡!), quien con el más delicado de los cuidados prepara en la olla las carnitas a fuego lento con un conocimiento ancestral y un cariño enternecedor (en dos sentidos, pues enternece nuestros sentidos al mismo tiempo que la carne de los cerditos), resulta en uno, dos, tres, o hasta cuatro tacos magníficos, según los que nos quepan en el estómago, de primerísimo orden, de altísima calidad, de sabor soberano e inolvidable sensación. Y si por algún motivo, después de haber limpiado el plato de semejante manjar nos queda algún espacio en las entrañas, es importante considerar ocuparlo inmediatamente con la deliciosa selección de postres disponibles para los paladares más exigentes, que incluyen el tradicional flan (y el chocoflan, sí señor), el arroz con leche, el pay de limón, el cheescake de chocolate y el inmortal pastel de tres leches.

Esta es una cordial invitación a probar las carnitas Pe Bra, en la San José Insurgentes, un negocio familiar que, como muchos otros, en esta crisis la pasa peor cada día. En estos tiempos de compleja incertidumbre, se puede hacer pedidos por teléfono, pasar a recoger (con las debidas precauciones), o solicitar a domicilio. Algo que es muy importante tener en mente es que el que se anime a cruzar el Viaducto en fin de semana para venir al Pe Bra podrá tener la fortuna de probar el famoso consomé de birria.

Las carnitas Pe Bra están en la calle de Sagredo #96, esquina con Mateo Herrera, en la San José Insurgentes, y abren de martes a domingo de 9:30 a 16:00 hrs.

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María Muñoz (Ciudad de México, 1988) es comunicóloga por la Universidad Iberoamericana. Se especializó en Periodismo y Teatro, pero no se dedica a nada de eso. Desde que descubrió la curaduría ha llevado a cabo alrededor de 26 exposiciones de diferentes artistas, chicos, grandes, conocidos y desconocidos. Actualmente estudia una maestría en apreciación literaria, para ver si eso le ayuda a narrar sus crónicas de la Ciudad de México.

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